En un estudio revelador realizado en colaboración con MIT Media Lab, se ha encontrado que el uso de ChatGPT podría tener efectos negativos sobre las capacidades cognitivas de los usuarios. El análisis, publicado a principios de junio, explora cómo el uso de modelos de lenguaje como ChatGPT puede influir en la actividad cerebral, la memoria, la creatividad y el rendimiento académico de las personas. Esta investigación sugiere que, a medida que dependemos más de herramientas de inteligencia artificial, el desarrollo cerebral a largo plazo podría verse comprometido.
El estudio se centró en la redacción de ensayos, un ejercicio común en el ámbito educativo, y evaluó el impacto de ChatGPT frente a otras herramientas como Google o la redacción sin asistencia tecnológica. En total, 54 sujetos participaron en el estudio, todos entre 18 y 39 años de edad y residentes en el área de Boston, EE. UU. Se les pidió escribir ensayos utilizando diferentes herramientas, y la actividad cerebral fue medida mediante electroencefalografía para evaluar la carga cognitiva.
Los tres grupos de participantes eran:
El análisis de los resultados muestra una diferencia significativa en la actividad cerebral entre los grupos. Aquellos que no usaron ninguna herramienta mostraron conectividad neuronal más fuerte y de mayor alcance. En contraste, el grupo que usó ChatGPT mostró una actividad neuronal más débil, con menor rendimiento tanto a nivel neuronal como lingüístico y conductual. Además, este grupo presentó una memoria y capacidad de recuerdo reducida, con los participantes demostrando dificultad para recordar o citar los ensayos escritos.
Lo más impactante fue la homogeneidad de los textos generados por ChatGPT. Los ensayos resultantes fueron extremadamente similares, careciendo de originalidad, con ideas repetidas y frases típicas. Los evaluadores los calificaron como “desprovistos de alma”, lo que refleja una falta de creatividad. Además, los participantes en el grupo ChatGPT mostraron menor concentración atencional y escaso control en la ejecución de las tareas, limitándose a darle instrucciones al chatbot.
Los hallazgos sugieren que el uso excesivo de modelos de IA conversacionales como ChatGPT podría tener efectos perjudiciales en el aprendizaje, especialmente en los usuarios más jóvenes. Nataliya Kosmyna, la autora principal del estudio, subraya que la investigación fue realizada en un contexto educativo con el fin de explorar el impacto de estas herramientas en el aprendizaje. Sin embargo, también reconoce que el uso de IA generativa puede afectar negativamente la capacidad de pensamiento crítico, la creatividad y la resolución de problemas.
Aunque se ha afirmado que la IA puede mejorar la productividad, la dependencia creciente de estas herramientas podría hacer que las habilidades cognitivas esenciales para el pensamiento autónomo y la creatividad se vean reducidas. De acuerdo con Kosmyna, los resultados sugieren una preocupación particular sobre el impacto en la infancia y la adolescencia, ya que estos períodos son cruciales para el desarrollo cerebral.
El estudio también apunta a la importancia de educar sobre el uso responsable de la tecnología. Kosmyna destaca la necesidad de promover un enfoque más analógico en el aprendizaje, y de evaluar cuidadosamente el impacto de la inteligencia artificial antes de implementarla de manera generalizada.
Este estudio plantea una reflexión crucial sobre el impacto de la IA en la educación y el desarrollo cognitivo. Mientras que herramientas como ChatGPT ofrecen ventajas indiscutibles, como la automatización de tareas y el acceso rápido a la información, también pueden reducir la capacidad de aprendizaje y afectar la creatividad si se usan en exceso. A medida que la IA se integra más profundamente en el ámbito educativo, es fundamental encontrar un equilibrio que permita a los estudiantes desarrollar sus habilidades cognitivas y creativas mientras se benefician de las ventajas de la tecnología.
Es crucial que tanto las instituciones educativas como los desarrolladores de IA colaboren para garantizar que el uso de herramientas tecnológicas en el aula no sustituya las habilidades humanas esenciales, sino que las complemente y las potencie de manera equilibrada.