El pasado mes de abril, un video protagonizado por una niña enfurecida en el aeropuerto de Stansted se hizo viral en TikTok, acumulando casi 50 millones de visualizaciones en tan solo cuatro días. La niña, aparentemente disgustada por no recibir su chocolatina favorita, un Toblerone, tras el regreso de su madre, hizo que los usuarios de las redes sociales compartieran rápidamente el clip. El video fue calificado de genuino por miles de usuarios que creyeron que el enfado era real, lo que hizo que la pataleta de la niña, conocida como "Tantrum Girl", se convirtiera en un fenómeno viral.
Sin embargo, lo que muchos no sabían era que todo formaba parte de una campaña de marketing cuidadosamente planeada por Toblerone y ejecutada por la agencia LePub. La marca suiza, conocida por su presencia en las tiendas "duty free" de los aeropuertos de todo el mundo, aprovechó esta reacción genuina de los consumidores para posicionarse como el regalo definitivo al regreso de un viaje.
La campaña buscaba reforzar la asociación entre Toblerone y el concepto de regalos y viajes. El video, que resultó ser un éxito rotundo en términos de viralidad, no solo fue impulsado por las interacciones orgánicas de los usuarios, sino también por alianzas estratégicas con varios influencers. Estos creadores de contenido reinterpretaron el video de la niña a través de sus propios canales en TikTok, Instagram y Facebook, lo que contribuyó a amplificar el mensaje y aumentar la visibilidad de la campaña.
Magali Mirault, global brand director de Toblerone, destacó que el éxito de la campaña no solo radica en la viralidad, sino en cómo logró conectar con una emoción genuina de la audiencia. "El video logró conectar algo muy real para la mayor parte de la gente", comentó Mirault, destacando cómo las chocolatinas de Toblerone son vistas como un símbolo de cariño y de regreso a casa tras un viaje.
La estrategia de marketing detrás de este video viral fue una verdadera muestra de creatividad, aprovechando la espontaneidad de las redes sociales y el humor, pero también reforzando un mensaje emocionalmente significativo. La campaña apuntó a recordar a las personas por qué Toblerone, con su inconfundible forma triangular y su vínculo con los viajes, sigue siendo un producto querido por muchos.
El éxito de esta campaña también puede verse como un ejemplo del poder de las emociones en el marketing de hoy en día. Minhea Gheorghiu, global creative officer de LePub, explicó que la campaña buscaba dramatizar el rol de Toblerone como el regalo ideal después de un viaje. "Convirtiendo la puerta de llegadas de un aeropuerto en el escenario de un drama inesperado, recordamos a la gente por qué Toblerone importa tanto", señaló Gheorghiu.
Este tipo de marketing emocional se ha convertido en una tendencia creciente en la publicidad moderna, ya que las marcas buscan conectar con los consumidores de una manera más profunda. Toblerone, al igual que muchas otras marcas, está aprovechando la oportunidad de crear contenido que no solo venda un producto, sino que también cree una conexión emocional que perdure en la mente de los consumidores.
La crisis viral de "Tantrum Girl" es un excelente ejemplo de cómo las marcas pueden utilizar las plataformas digitales y la viralidad de los contenidos para conectar con su audiencia de manera auténtica y significativa. Toblerone ha logrado no solo un impacto publicitario masivo, sino que también ha consolidado su lugar en la mente de los consumidores como el regalo perfecto asociado a los viajes. En un mundo donde la saturación de información es constante, esta campaña destaca por su capacidad de generar una conversación genuina y un vínculo emocional con los usuarios.
En última instancia, el éxito de Toblerone en esta campaña reside en su habilidad para humanizar la marca, utilizando las emociones y las conexiones personales para fortalecer su imagen y su presencia en el mercado global.
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